sábado, 21 de mayo de 2011

Aventurera Capítulo XII


CAPÍTULO XII

No fue a cenar con ella como le prometió. Se dirigió al club, a la salida de casa de Mildred, y cenó con unos amigos. Tampoco la advirtió por teléfono de que no le esperara. Iría al día siguiente, pero no solo, con sus padres...
Se retiró temprano. Durmió profundamente. Sin temor a nada, sin remordimiento alguno de conciencia. Si Mildred fuera una mujer noble, jamás se hubiera atrevido a dejarla. Pero Mildred no reunía condición alguna y él tenía que defender su felicidad.
Se levantó temprano y se dirigió a su oficina. Todo funcionaba como siempre. Pero la vida para él no tenía el mismo colorido. Era todo muy distinto. Saludó aquí y allá y se introdujo en el departamento particular. Dictó algunas cartas, puso documentos en orden y a las once marcó un número. En seguida contestó una voz suave, tierna.